
Irene Domínguez Jervis - Sculptress
Irene nació en el corazón de los Andes ecuatorianos, en un valle rodeado de naturaleza, donde la simplicidad de la vida y la belleza cruda del paisaje dejaron una huella imborrable en ella. Crecer en este entorno influyó profundamente en su trabajo, conectando la existencia humana con el mundo natural: simple, pero lleno de complejidad. Esta conexión se refleja en la esencia de su arte: piezas escultóricas que combinan belleza e imperfección, abrazando el paso del tiempo y las historias que éste trae consigo.
Aunque Irene trabaja con cerámica, no se considera ceramista. Es escultora, y esta diferencia define su enfoque. No crea simplemente objetos funcionales; su obra se guía por la búsqueda de la unicidad y el diseño. Cada pieza es tratada como una escultura, con una identidad propia y una fuerte expresión artística. Su trabajo no persigue la perfección, sino contar historias a través de la textura, la forma y el carácter.
Su arte bebe de la filosofía japonesa del Wabi-Sabi, que celebra la belleza de la imperfección y la transformación natural con el tiempo. También encuentra inspiración en el brutalismo, apostando por una estética cruda y sin refinar que transmite fuerza a través de la simplicidad. Estas influencias se entrelazan con sus vivencias personales y su día a día, marcado por la naturaleza, las personas y los paisajes que han moldeado su camino.
Para Irene, la unicidad de cada pieza está en el “gesto”: ese movimiento intangible que da vida a la obra y evoca emociones. Este es el alma de su trabajo: cada creación cuenta una historia, lejos de la perfección, pero rica en significado y profundidad. Así es como Irene da forma a sus esculturas utilitarias: arte funcional que abraza la imperfección, celebra la individualidad y honra el paso del tiempo.

La técnica: El arte de la imperfección
Cada pieza de la Colección Namaku es cuidadosamente modelada a mano, permitiendo a Irene impregnar su arte y personalidad en cada curva y superficie. Su proceso creativo incluye la experimentación con diversas técnicas de esmaltado, utilizando minerales, pigmentos y óxidos para descubrir y lograr texturas únicas.
La quema juega un papel impredecible pero esencial en la creación de estas piezas. Al ser expuestas a las altas temperaturas del horno, pueden producirse transformaciones inesperadas. Irene abraza estos cambios como parte natural del proceso, viendo en ellos una forma de aportar autenticidad y carácter a su trabajo. Esta disposición a ceder el control a los elementos de la naturaleza refleja aún más su filosofía de encontrar belleza en la imperfección.
Materiales: Cerámica de alta temperatura
El Set de Café Namaku Black está fabricado con cerámica de alta temperatura modelada a mano, seleccionada por su durabilidad y atractivo natural y orgánico. Las superficies se esmaltan con una combinación de metales, minerales, pigmentos y óxidos, lo que da como resultado texturas ricas, variadas y visualmente impactantes. Los esmaltes reflejan los elementos naturales de la tierra, creando una experiencia táctil que es tan auténtica como hermosa.
Este material es tanto atemporal como moderno, combinando fuerza con arte. El juego de texturas y acabados asegura que cada pieza tenga su propia historia única que contar.
